El Banco Central planea la emisión de billetes de $20.000 y $50.000 debido a la depreciación del billete de $1.000, cuyo valor disminuyó considerablemente frente a la inflación.
En las recientes semanas, la inflación acelerada convirtió los billetes de $1.000 y $2.000 en un inconveniente notable. Aquellos que busquen realizar transacciones en efectivo se ven obligados a manejar grandes cantidades de billetes, ya que esta situación no se limita únicamente a transacciones financieras significativas, sino que afecta incluso las compras diarias, como visitar la carnicería o el almacén del barrio.
Esta transformación no solo afecta la comodidad en las transacciones, sino que también plantea desafíos logísticos para los ciudadanos que ahora deben lidiar con fajos de billetes más voluminosos para llevar a cabo sus actividades cotidianas. La inflación se instaló en aspectos tan básicos de la vida diaria que la necesidad de una mayor denominación de billetes se convierte en una preocupación palpable en la vida cotidiana.
Billetes de mayor denominación
La recién asumida administración del Banco Central, con su enfoque innovador, decidió abordar el desafío existente y optó por la emisión de billetes de $20.000 y $50.000, considerándose incluso la posibilidad de incluir los de $5.000 y $10.000. El propósito principal es optimizar las transacciones en efectivo sin necesidad de generar nueva moneda, al tiempo que se busca sustituir los billetes de baja denominación con aquellos de mayor valor.
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De acuerdo con Bonelli, conductor de TN, Santiago Bausili, el titular del BCRA, adelanto a los principales bancos el inicio del proceso para la emisión de estos billetes de alta denominación. Esta iniciativa responde a la depreciación causada por la inflación, que llevo a la obsolescencia de los billetes de $1.000, cuyo valor actual es equivalente a un dólar y resulta insuficiente incluso para adquirir productos básicos.
En este sentido, se espera que los nuevos billetes entren en circulación a partir del mes de marzo de 2024, marcando un cambio importante en la estructura de las transacciones en efectivo y abordando los desafíos provocados por la inflación en la moneda de menor denominación.