La Justicia de Dolores le revocó las salidas laborales al cantante Rubén “el Pepo” Castiñeiras, luego de constatar en actas que había incumplido con los requisitos principales de la prisión domiciliaria que se le otorgó en 2019 por el asesinato de dos músicos de su banda.
Se constatan en los informes que el cantante de cumbia no respondió las llamadas de monitoreo tras percibir alertas de que se encontraba “fuera de rango” y que varias veces “cortó o abrió a la pulsera electrónica”. Marcelo Biondi, abogado de las familias de las víctimas, fue el responsable de presentar las actas como pedido de solicitud para rechazar las salidas laborales.
El Pepo está acusado de “doble homicidio culposo” por la muerte de Nicolás Carabajal y Nacho Abosaleh en el 2019 en un accidente automovilístico ocurrido en la Ruta 63 a la altura del distrito de Dolores, cuando se dirigían a una gira por la Costa Atlántica.
Por el momento, la causa sigue sin ser elevada a juicio oral y desde fines de ese año el músico, por pedido de su abogado Miguel Ángel Pierri, recibió el beneficio de prisión domiciliaria por tener un problema en su pierna.
En 2021 la justicia también le había otorgado la posibilidad de realizar salidas laborales para tocar, pero un pedido de la familia de las víctimas permitió que ese accionar se trabara y quedara anulada.
El próximo 20 de julio se cumplirán 3 años de aquella fatídica noche en donde el trompetista y el músico perdieron la vida luego de que el auto en el cual conducía el Pepo volcase en la banquina.
Hace algunas semanas las víctimas fueron homenajeadas con una estrella amarilla que lleva sus nombres en el lugar donde ocurrió el accidente.
La idea surgió de la presidenta de “Madres del Dolor” Viviam Perrone: “Uno espera otro acompañamiento, entrando en este mundo de los siniestros viales que la verdad que por lo que veo es un tema tremendo y hay gente que mata jugando picada alcoholizado y como el juicio tarda 5 o 6 años, quedan en libertad. No te acompaña la justicia, te acompañan las otras víctimas de la injusticia”, manifestó Romina Sánchez, viuda del trompetista y madre de sus hijos de cuatro y dos años