Hoy 1º de octubre es el Día Internacional del Café, una de las bebidas más consumidas en todo el mundo. Esta fecha es un homenaje para las personas que se dedican a la producción de esta infusión. Fue iniciativa de la Asociación del Café de Japón en el año 1983 y desde el 2005 forma parte del calendario gourmet global.
Se estima que se toman 2 billones de tazas de café por día en todo el planeta, y según las estadísticas de la Organización Internacional del Café, Finlandia y Suecia son sus consumidores más grande, superando los 10 kilos de café por persona al año.
En nuestro país, el consumo de café tuvo un aumento del 2,2% en los últimos 3 años, siendo fuertemente potenciado por la pandemia. Una de las marcas más reconocidas, Nespresso, indicó que el consumo del café hogareño se ha incrementado notablemente y hasta en los más jóvenes.
Otra tendencia que se ha instalado en los café porteños es el café de especialidad. Comenzó hace 10 años y se ha ido fortaleciendo con nuevas cafeterías y consumidores buscando nuevas variedades.
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¿Cómo preparar un buen café?
1. Elegir un buen tostador de café
Para conseguir preparar un buen café es esencial una buena materia prima. En las tiendas cafeteras encontrarás expertos que conocen el origen del café que venden y sus calidades, eligen los granos, lo tuestan personalmente, te aconsejan…
2. Escoger café de calidad
En las tiendas de calidad encontraremos el llamado café de especialidad, un producto seleccionado por expertos catadores al cual se lo define como “un café sin defectos”.
Los especialistas aconsejan que no compren café con una mezcla de dos o tres orígenes porque no se conserva bien la personalidad del café.
3. Comprarlo recién tostado
El café se ha de comprar recién tostado para conservar su frescura. Según explican los catadores más especializados, en las tiendas de café se utilizan máquinas que tuesta el café con más cuidado que en las industrias y se conservan mejor sus propiedades y se reduce el gusto del café.
El rastro amargo del café es natural porque proviene de la cafeína (sustancia que evita el ataque de los insectos y estimula el crecimiento de la planta) pero si el café está excesivamente tostado el gusto amargo se acrecienta y se pierde el equilibrio con los sabores dulces (no azucarado) y ácidos.
4. Escoger bien el tipo de cafetera
Si te gusta mucho el café debes tener en cuenta cuál es tu cafetera. Actualmente hay muchas variedades, para espresso, capuchinos, entre otras, y deberás elegir la que más vayas a utilizar.
Si hablamos de concentración e intensidad del café, la espresso es la principal porque ofrece café con mucho cuerpo y densidad. Le sigue la cafetera moka italiana o de fogón; después la de filtro, heredera del invento del ama de casa alemana Melitta Benz en 1908, que innovó filtrando el café con un papel secante. Finalmente, la de prensa francesa o de émbolo, que funciona por inmersión y nos da un café muy suave.
6. No usar agua del grifo
El agua del grifo no es la ideal para conseguir un buen café. Se ha de utilizar agua mineral y tener claro que no todas harán igual el café, por que dependeerá de la composición ya que cada mneral tiene su sabor.
7. No recalentar el café
El café se ha de consumir de manera inmediata para disfrutar de todos los matices de su sabor. Guardar el café produce oxidación y recalentarlo lo enrancia, pero si no tienes más remedio que hacerlo, se podría guardar en un termo para que conserve el calor original.