Desde el lunes, los adultos mayores de 70 años que viven en la Ciudad de Buenos Aires tendrán que obtener un permiso diario para hacer las compras, ir a pagar las cuentas y hasta pasear al perro.
Pese a las críticas, el Gobierno porteño decidió mantener la medida, porque creen que es una parte fundamental del plan para empezar a aplicar una “salida administrada” de la cuarentena.
Ayer, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta brindó una conferencia de prensa para explicar los alcances de la medida y aseguró que “no se busca prohibir a nadie, sino ayudarlos para evitar que puedan contagiarse”.
“El mayor riesgo de vida, por lejos, lo tienen los adultos mayores. En Argentina, el promedio de edad de fallecimientos por coronavirus es de 71 años. En el mundo, 8 de cada 10 fallecidos son mayores de 70“, afirmó Larreta. Y añadió “No buscamos prohibir a nadie, solo ayudarlos a evitar al máximo posible que tengan que salir a la calle”.
Consultado sobre las quejas de algunos sectores, el jefe de gobierno porteño reconoció que se trata de una “decisión antipática y difícil”. “Fue también antipático decirles a los que llegaban del exterior que tenían que pasar dos semanas aislados en un hotel. Se enojaron muchos, pero sirvió“, destacó Larreta.
El presidente Alberto Fernández avaló la decisión del Gobierno porteño. “Lo que está haciendo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires es porque conoce lo que pasa. No tomen esto como un agravio o un ataque a la libertad, es un modo de cuidarlos de parte del Estado”, afirmó Fernández.