Agentes municipales de la ciudad de Cipolletti inspeccionaron el local del veterinario Sergio Gómez y lo notificaron para que cierre sus puertas. El profesional había cuestionado el viernes las nuevas medidas restrictivas a la circulación y la actividad comercial en la ciudad, que le impedían atender a las mascotas y vender medicamentos.
En diálogo con radio LU5, el veterinario contó que ayer por la mañana llegaron los inspectores cuando estaba atendiendo a un cliente que había asistido con un turno programado. “Tenía que sacarle un tumor a la perra. Los inspectores ingresaron, les tomé la temperatura y me pidieron que cierre. Yo les pregunté quién se iba a quedar cuidando a la mascota, y me dijeron que tenían la orden de notificarme”, relató Gómez.
El veterinario dijo que “fue justo una coincidencia que pase esto después de las críticas en los medios” a la prohibición municipal del funcionamiento de las veterinarias, que solo pueden atender urgencias.
“Me parece una tomada de pelo lo que están haciendo. Pero no queda otra; voy a cerrar y colgaré en la puerta el teléfono de la Municipalidad”, cuestionó.
Según comentó, la notificación es para que cierre de inmediato el local y cese la atención. “No entiendo, uno puede vender cerveza tranquilamente pero no puedo atender en la veterinaria. Solo me permiten venta por delivery. Además, me notifican de algo que ya sabía, vinieron a tirarme la oreja”, contó Gómez en diálogo con la radio.
Relató que antes recibió un llamado del secretario de Fiscalización, Cristian Blanco, pidiendo disculpas por la medida de restricción que afecta a los veterinarios. Pero no pudieron ponerse de acuerdo porque la decisión ya estaba tomada.
“¿Qué mejor para mí que tener que cerrar y quedarme tranquilo en mi casa? Pero los animales necesitan atención médica. Lamentablemente no lo entienden”, finalizó.