La empresa Sociedad Comercial del Plata anunció la paralización total y cierre definitivo de la línea de pisos de la histórica fábrica Cerro Negro, en Olavarría. Como consecuencia, ya comenzó a enviar telegramas de despido a alrededor de 100 trabajadores ceramistas.
Luego de sucesivas suspensiones y paralizaciones parciales, la compañía decidió avanzar con esta drástica medida, profundizando la crisis en el sector. Ante esta situación, el Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Olavarría (SOECO) solicitó la intervención urgente del Ministerio de Trabajo bonaerense, con la expectativa de que se dicte la conciliación obligatoria para frenar, al menos temporalmente, los despidos.
Un golpe más para la industria ceramista
A comienzos de este año, Cerro Negro ya había paralizado la producción de ladrillos, argumentando una fuerte caída en las ventas y un exceso de stock. Durante ese tiempo, los trabajadores sufrieron suspensiones con una reducción del 20% en sus salarios.
Con más de 130 años de historia, la fábrica Cerro Negro es un símbolo de la producción ceramista en el país. Su estructura cuenta con tres líneas de producción de pisos y una planta dedicada a la fabricación de ladrillos.
Esta no es la primera decisión de este tipo tomada por la empresa. En los primeros meses del año, el holding Sociedad Comercial del Plata también cerró la fábrica LOSA, ubicada en la misma ciudad, lo que derivó en despidos y reubicaciones de trabajadores.
Crisis en el sector y preocupación en la comunidad
El secretario general de SOECO, Gustavo Bustamante, advirtió hace tiempo sobre la delicada situación del sector:
“Desde que arrancó este gobierno, los trabajadores ceramistas recibimos golpe tras golpe”.
A la baja en las ventas se suma la flexibilización de las importaciones, que, debido a la situación cambiaria, lleva a las empresas a optar por la compra de productos terminados en el exterior en lugar de producirlos localmente.
El cierre de la línea de pisos en Cerro Negro representa otro duro golpe para la comunidad de Olavarría, que ya se encuentra afectada por la paralización total de la obra pública. Esto ha impactado negativamente en toda la economía local, afectando a canteras, cementeras y el sector de la construcción en general.
La incertidumbre crece, y los trabajadores, junto con el gremio, esperan una respuesta del Ministerio de Trabajo para frenar la crisis en una de las industrias más tradicionales de la ciudad.
