Este miércoles, todas las estaciones de servicio que expenden Gas Natural Comprimido (GNC) en Argentina cesarán sus operaciones, según lo anunciado por el vicepresidente de la Cámara de Expendedores de Gas Natural Comprimido, Oscar Olivero.
Esta medida drástica tiene como objetivo prioritario asegurar el suministro de gas a hogares, hospitales y escuelas en todo el país.
La decisión se fundamenta en el repentino aumento del consumo residencial de gas, exacerbado por las bajas temperaturas persistentes durante mayo.
Según Olivero, el consumo pasó de 10 millones de metros cúbicos a 80 millones en los primeros días del mes, lo que ha generado una presión insostenible en los gasoductos y ha comprometido el abastecimiento general.
Incluso las estaciones de servicio con contratos firmes de suministro fueron afectadas por restricciones de última hora, lo cual precipitó el cierre de todas las instalaciones.
Olivero explicó que la infraestructura existente no ha sido suficiente para manejar el incremento del consumo, agravado por la congelación de moléculas debido al frío, lo que ha reducido aún más la presión en los gasoductos.
El empresario advirtió que la situación podría prolongarse hasta el fin de semana, dependiendo de las condiciones climáticas y la disminución del uso de sistemas de calefacción.
Esta crisis de abastecimiento subraya la falta de previsión y la vulnerabilidad de la infraestructura frente a condiciones climáticas extremas, instando a una acción inmediata para evitar impactos negativos en la población y la economía nacional.