Como es de dominio público, el próximo lunes 6 del corriente se conocerá el veredicto del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, en donde se determinará la condena que recibirán los ocho imputados por el homicidio.
En las últimas horas trascendió que habrían sido advertidos que según la pena, podrían ser trasladados a diferentes unidades carcelarias de la provincia de Buenos Aires y esa situación les ha causado preocupación y hasta temor.
En el Tribunal Oral del Crimen N° 1 de Dolores, los jueces María Claudia Castro, Christian Rabia y Emiliano Lázzari definirán la responsabilidad de cada uno de los acusados de “homicidio doblemente agravado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas”. Según la fiscalía y la querella, a todos ellos les corresponde la pena de prisión perpetua.
Sin embargo, la defensa apuesta a una sentencia menor. Durante su alegato, el abogado Hugo Tomei caratuló el crimen como “homicidio en riña” o “preterintencional”, que tienen una pena de 3 a 6 años, o un “homicidio simple con dolo eventual”, por el cual podrían recibir una condena de 8 a 25 años.
Esta definición será clave a la hora de definir cuántos años y cuál será el destino de los acusados.
Dentro del abanico de unidades penitenciarias, se barajan diferentes opciones, barajándose como una posibilidad el Complejo Penitenciario de Campana, dado la cercanía que mantiene la cárcel con Zárate, ciudad de la cuál son oriundos los imputados. Una de las posibilidades fue la Unidad N° 57 de Campana, aunque al ser para jóvenes de entre 18 a 21 años, excepto Blas Cinalli, los otros siete acusados quedarían descartados. Así, se espera que puedan ser trasladados a la Unidad N° 21 o N° 41 del mismo Complejo.
No obstante, si los condenan a la pena de prisión perpetua, ya deberían ser alojados en una cárcel de máxima seguridad y en tal caso podrían ser trasladados a la cárcel de Sierra Chica en el partido de Olavarría que es una de las cárceles más antiguas del país ya que fue inaugurada en el año 1882.
La misma aloja unos 3.000 presos distribuidos en tres Unidades: N° 2, N° 38 (régimen semiabierto) y N° 27 (régimen semiabierto y abierto).
Tiene forma de panóptico y posee 12 pabellones con capacidad para 140 presos cada uno, mientras que otros cuatro alojan hasta 60 internos. Las celdas son de 3,75 metros de largo por 1,80 de ancho y 3,60 de alto, son ocupadas por dos internos y tienen un inodoro.
La preocupación tanto de los imputados como de sus padres es que si son alojados en Sierra Chica se les dificultará concurrir semanalmente a visitarlos dado la distancia entre Zárate y Olavarría, lo cuál les demandaría mas de 6 horas de viaje en automóvil.
Y el “temor” de los acusados por el crimen de Báez Sosa es que podrían ser divididos en distintas unidades penales bonaerenses y de tal modo no verse más entre ellos hasta el cumplimiento de la pena que se les imponga, sin dejar de considerar la posibilidad que no sean recibidos de buena manera por el resto de la población carcelaria.
Es por ello, que también se ha considerado como una posibilidad, la unidad carcelaria del partido de San Martín ya que queda a una hora en auto desde Zárate.
No obstante para conocer el destino que tendrán los rugbiers, habrá que esperar el veredicto del TOC 1 de Dolores el próximo lunes a las 13:00 horas y posteriormente la disponibilidad del Servicio Penitenciario Bonaerense.