Los ocho rugbiers condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa el 18 de enero de 2020, en Villa Gesell, continúan detenidos en la Alcaidía N.º 3 de Melchor Romero. A pesar de las especulaciones sobre su traslado a otros penales bonaerenses, permanecen en La Plata, con condiciones que incluyen horas de recreación, acceso a una biblioteca y visitas familiares.
Desde agosto pasado, la defensa de los condenados ha presentado apelaciones a las condenas, buscando revisar el proceso judicial. El abogado Hugo Tomei pretende que la Cámara de Casación de La Plata reconsidere las condenas bajo la carátula “homicidio en riña” para disminuir penas.
Las apelaciones han generado incertidumbre, especialmente después de una publicación en Instagram de Fernando Burlando, abogado de la familia de Báez Sosa. Burlando expresó su temor a que los asesinos sean beneficiados por interpretaciones erróneas del juicio.
El abogado expresó “el miedo a ver hecha realidad al peor de las pesadillas que significa ver a los asesinos en libertad” y que “sean beneficiados por erróneas interpretaciones de todo lo visto, oído y probado durante todo el juicio que se llevó a cabo el año pasado”.
Por su parte, Graciela, la madre de Fernando, hizo un llamado en video a través de Instagram, solicitando justicia y pidiendo que Casación revele los detalles del fallo.
Estas publicaciones han generado dudas sobre si Casación mantendrá las condenas originales del Tribunal Oral en lo Criminal n.º 2 de Dolores o si podría modificarlas, lo que podría llevar a la liberación de algunos de los condenados. Aunque no hay una fecha precisa para la decisión de Casación, se especula que podría ocurrir durante el primer semestre de este año.
Mientras la sociedad espera la sentencia definitiva, los padres de Fernando Báez Sosa y la comunidad en general continúan exigiendo justicia por el trágico asesinato ocurrido el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell.
