Finalmente, hoy a las 13:00 horas se conocerá el veredicto del juicio contra los ocho jóvenes de Zárate acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa, en la localidad balnearia de Villa Gesell el 18 de enero de 2020.
En ese marco, a medida que se fue acercando la fecha, se empezó a repetir la frase “Justicia es Perpetua”, aunque según ha trascendido de manera extraoficial, quizás, esa condena no se aplique para los imputados o al menos para algunos de ellos.
El Tribunal Oral en lo Criminal nº 1 de Dolores sentenciará en base a cuatro escenarios que se ajustan en mayor o menor medida a las solicitudes que realizaron, tanto el Ministerio Público Fiscal como el Particular Damnificado representado por el grupo de abogados del equipo de Fernando Burlando, como la defensa ejercida por el abogado Hugo Tomei.
La primera alternativa, solicitada por el particular damnificado y la fiscalía, es la de prisión perpetua por homicidio doblemente agravado. En este caso, la única pena posible es un máximo de 35 años de cárcel.
El segundo escenario para los imputados es el de homicidio doloso. En otras palabras, implica que los acusados tuvieron conciencia de que su accionar podría ocasionar la muerte de Fernando, pero no hicieron nada para poder evitarlo, correspondiéndole una pena que oscila entre los 8 y 25 años de prisión, por lo que, además, cabrían graduaciones a los distintos imputados de acuerdo al grado de participación que tuvieron.
Una tercera posibilidad, que le vendría muy bien a los acusados, es el homicidio preterintencional, cuya pena va de 3 a 6 años y, sin dudas, sería un éxito del abogado defensor.
La cuarta opción que baraja el Tribunal de Dolores es la de homicidio en riña. En estos escenarios no se puede determinar quién causó la muerte. A raíz de ello, a pesar de que se aplicaría la misma pena para todos, la misma oscila entre los 2 y los 6 años.
Por estas horas circula la versión que los Jueces podrían inclinarse por aplicar la pena de homicidio simple, lo que implicaría graduar las penas para cada uno de los acusados, descartando la condena perpetua, tal como lo peticionaron los fiscales y los abogados de los padres de Fernando Báez Sosa y también reclama la sociedad.