Tras la reciente presentación de la nueva defensa de Máximo Thomsen, uno de los cinco jóvenes condenados a prisión perpetua por el homicidio de Fernando Báez Sosa, en el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) se encienden las alarmas ante la posibilidad de un conflicto entre ellos.
Fuentes fidedignas han revelado que existe temor a represalias hacia Thomsen, quien ha sido señalado por algunos compañeros como “egoísta”, “traidor” y acusado de intentar salvarse solo.
Esta situación ha generado preocupación entre las autoridades penitenciarias, quienes evalúan la posibilidad de separar al grupo y alojarlos en cárceles distintas debido al conflicto de intereses surgido a partir de estas acusaciones.
Los ocho condenados comparten el mismo pabellón en la Alcaidía de Melchor Romero en La Plata, distribuidos dos por celda. Aunque por el momento no se han registrado cambios en su rutina diaria, el SPB se mantiene vigilante ante cualquier posible altercado entre los reclusos.
Esta situación surge luego de que Thomsen cambiara su estrategia legal, señalando a Enzo Comelli como el principal agresor en el homicidio de Báez Sosa, rompiendo así el pacto de silencio que había prevalecido entre los acusados durante cuatro años.
Recordamos que el nuevo defensor de Thomsen es Francisco Oneto quien fuera candidato a vicegobernador de la Provincia Buenos Aires por La Libertad Avanza en la lista donde Carolina Píparo se postulaba para gobernadora.
Esta nueva dirección en la defensa también ha sido adoptada por Matías Benicelli, quien ahora será representado por un nuevo abogado, Carlos Attías, argumentando inconsistencias en su defensa anterior.
Ante este escenario, se considera el traslado de al menos Thomsen y Benicelli a otras penitenciarías para evitar posibles conflictos entre ellos, mientras el proceso legal continúa su curso.
