La comunidad de Coronel Vidal, cabecera del partido bonaerense de Mar Chiquita, se encuentra conmocionada por la muerte de una niña de 2 años de la que se sospecha que pudo haber sufrido leptospirosis, enfermedad que fue detectada en 20 perros de la localidad en las últimas semanas.
Tatiana Lescano, de 25 años de edad, es una joven vecina de la citada ciudad que atraviesa el dolor de haber perdido a su hija Ernestina, de tan solo dos años, en circunstancias que, según afirma, podrían haberse evitado.
El viernes 8 de noviembre, Tatiana llevó a su pequeña al Hospital Eustaquio Aristizábal en Coronel Vidal, preocupada por un cuadro de fiebre y vómitos que se había presentado la noche anterior. Sin embargo, y pese a las consultas, no imaginaba que la salud de Ernestina se agravaría hasta un desenlace fatal poco más de 48 horas después.
Tatiana relata que al llegar al hospital fue atendida por una médica que solo le indicó que controlara la fiebre de Ernestina y administrara ibuprofeno si persistían los dolores, sin realizar una revisión física exhaustiva. Luego de recibir la medicación en casa, la niña presentó una mejoría que permitió que la familia pasara el fin de semana en el campo, donde trabaja el padre de Ernestina. Sin embargo, el domingo, la niña comenzó a manifestar síntomas graves y a tener episodios de delirio, lo que preocupó profundamente a sus padres.
Desesperados, intentaron trasladarla de inmediato al hospital, pero en el camino enfrentaron complicaciones por el mal estado del clima y el vehículo quedó encajado en el barro. Pese a los esfuerzos de su padre por rescatar la camioneta, cuando lograron llegar a un patrullero y recibir asistencia para el traslado, ya era tarde. La pequeña Ernestina no respondió a las maniobras de reanimación que le practicaron en el hospital.
Tras el trágico desenlace, Tatiana se enteró de que en el barrio “Olga Albarracín” (conocido como “El Tachito”), de Coronel Vidal se habían detectado varios casos de leptospirosis en perros desde finales de octubre, sin haber recibido advertencia alguna.
La joven madre reconoció en los síntomas de Ernestina los mismos signos de la enfermedad y lamenta que no se le haya advertido sobre la posible exposición de su hija a esta bacteria, dado que la niña solía jugar con perros de la zona.
Hoy, Tatiana reclama respuestas y justicia. A la espera de los resultados de la autopsia, expresa su indignación y dolor, con la esperanza de que se esclarezcan las causas de la muerte de Ernestina para que “ninguna otra familia pase por esta tragedia.”
Sin hacer referencia al caso de la nena, la Dirección de Higiene y Bromatología de la Municipalidad de Mar Chiquita les pidió a los vecinos del barrio Olga Albarracín que “mantengan los animales dentro de la propiedad para evitar el contagio entre animales y personas” de leptospirosis, por casos positivos en perros de la enfermedad.
Desde la Municipalidad señalaron que “se viene trabajando desde hace semanas en la prevención y el control” luego de que una veterinaria privada informara un caso positivo. “El 21 de octubre se realizó la extracción de sangre a 24 perros en el barrio de los cuales 20 dieron positivo a leptospirosis”, informaron.