Hace doce días que nadie tiene noticias de los pescadores Franco Soria y Amadeo Martínez, quienes se lanzaron a las aguas del Río de la Plata en la zona de Boca Cerrada, en la localidad ensenadense de Punta Lara, para pescar, como solían hacerlo. La búsqueda continúa y mientras tanto crece la desesperación entre sus familiares y amigos, quienes también se encuentran abocados a los operativos que se desarrollan por tierra, agua y aire.
“Los seguimos esperando, tenemos esperanzas de que ellos estén vivos. Pedimos que no se detengan, y que lleguen con la búsqueda hasta la zona de las islas de Tigre”, señaló Karina Dallas, madre de Soria, en diálogo con la agencia Télam y añadió que marcharán a la sede de Prefectura Naval en Ensenada para pedir que se amplíe la búsqueda a la zona del Delta del Paraná.
Tras doce días sin novedades y tras haber rastrillado cerca de 50 mil kilómetros cuadrados, la preocupación va en aumento. Aunque aún no se sabe qué ocurrió, los expertos creen que el motor de la lancha en la que iban los pescadores podría haber fallado, dejándolos a la deriva y a merced de las corrientes del río.
La mujer aseguró que durante todo este tiempo, las familias se apoyaron en la comunidad local, que les dio todo su acompañamiento; y valoró el trabajo del cuerpo de Bomberos Voluntarios y la Municipalidad de Ensenada, quienes todavía siguen a diario con el rastrillaje, con gomones y el cuerpo de guardavidas.
Este martes, en tanto, unos diez jinetes de la Agrupación Tradicionalista de Punta Lara se sumaron a la búsqueda, recorriendo a caballo la zona comprendida entre el muelle de pescadores y la rompiente de la zona de malecones, en la costa de este distrito bonaerense.
Las familias volvieron a pedir que el Estado continúe la búsqueda de los jóvenes desaparecidos, que no se bajen los brazos y que el operativo, incluso, se extienda hasta la zona del delta de Tigre