En respuesta a la disminución del consumo y la presión inflacionaria, algunos productos comienzan a mostrar una tendencia hacia la baja en los precios, especialmente la carne, en un intento por reactivar las ventas y adaptarse a la capacidad adquisitiva de los consumidores.
Los precios de la carne, que habían experimentado un aumento abrupto del 50% en menos de dos semanas, están mostrando una disminución significativa de entre 15 y 25%. Esta rebaja se atribuye a una disminución en el consumo, impulsada por la pérdida del poder adquisitivo de los argentinos. Además de la carne, otros alimentos básicos están viendo reducciones en sus precios o promociones especiales para incentivar las ventas.
Las cadenas de supermercados, enfrentando una caída en las ventas, están implementando múltiples promociones en productos básicos y estacionales. Estas ofertas incluyen descuentos y promociones como la típica 2×1, especialmente en productos que, de no venderse en el corto plazo, no podrán ser almacenados para el futuro, como ciertos alimentos perecederos.
La caída en el consumo ha llevado a una reevaluación de estrategias por parte de productores y distribuidores. Mientras algunos productos de lujo y estacionales experimentan una baja notoria en su demanda, reflejando un ajuste en las prioridades de gasto de los hogares. Las ventas en materiales para la construcción también están disminuyendo debido al aumento de precios.
Aspectos destacados:
- Baja en precios de la carne: Los precios de la carne han comenzado a bajar entre 20 y 25% tras un aumento abrupto, reflejando una disminución en el consumo.
- Promociones en productos estacionales: Las cadenas de supermercados están ofreciendo promociones en productos estacionales para las Fiestas, como sidras, turrones, mantecol y pan dulces, debido a una importante caída en el consumo.
- Cambio en el consumo de productos de lujo: Se ha notado una baja notoria en el consumo de productos de lujo y estacionales, mientras que ha aumentado el consumo de productos de primera necesidad.
