El intendente de Dolores, Camilo Etchevarren, fue condenado por daños y perjuicios contra el fiscal general Diego Escoda. Tras seis años de proceso judicial, fue encontrado culpable por el Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo 1 de Dolores, que consideró que un funcionario público no puede “verter cualquier tipo de manifestaciones infundadas contra uno o varios sujetos, y eximirse luego de la pertinente responsabilidad sobre sus actos”.
La causa se había iniciado con la denuncia de Escoda, presentada el 15 de junio de 2015 quien acusó al jefe comunal de haber sido objeto por varios años de “una campaña de desacreditación pública pergeñada” por Etchevarren. Según el demandante, las múltiples declaraciones realizadas por el intendente en su carácter de funcionario público, contenían una “serie de falsas y muy graves acusaciones, descalificaciones, difamaciones, injurias y todo otro tipo de agresiones absolutamente infundadas hacia su persona”.
Dichas difamaciones tuvieron lugar mayormente en medios de difusión masiva, tanto a nivel local como a provincial y nacional. Pero también incluyen una denuncia presentada por Etchevarren contra el fiscal ante la Secretaría Permanente de Enjuiciamento de Magistrados y Funcionarios bonaerenses. De acuerdo al demandante, comenzaron luego de una serie de allanamientos que le tocó realizar como fiscal en la comisaría de Dolores varios años atrás.
“El señor Etchevarren ha sobrepasado holgadamente los límites que podría constituir una crítica funcional al desempeño de su cargo como Fiscal General del Departamento Judicial Dolores”, apunta el fallo emitido por el juez en lo Contencioso Administrativo Antonio Escobar, respecto del material proporcionado como evidencia en la causa. En la sentencia cita también fragmentos de las declaraciones mediáticas del intendente, como sustento a su decisión.
Así, se pueden leer expresiones sobre el fiscal como las siguientes: “defiende narcotraficantes”; “corrupto”; “sinvergüenza”; “parte de la banda”; “es vergonzoso el fiscal general que tenemos, Diego Escoda”; “acá podés tranquilamente vender droga porque estando Diego Escoda como fiscal general…”.
Etchevarren también sostuvo que Escoda “no es apto psicológicamente ni siquiera para ser fiscal general”, y que le entregaba Dolores a los narcotraficantes, envenenado a los chicos. “Estos fiscales en vez de perseguir a los narcos persiguen a los intendentes como a mí… inventándome causas todos los días”, dijo también, “estos funcionarios son indeseables”.
El juez Escobar consideró también la reticencia del intendente a cumplir con ciertas instancias procesales y colaborar con la investigación. Según el magistrado, demostró “una conducta reprochable de quien –ocupando una cargo electivo– debía predicar con su ejemplo, y no desentenderse completamente de un mandato judicial”. “Es inconcebible que cualquier funcionario –sea cual fuere la jurisdicción o el cargo–, se ponga por sobre la ley y la Constitución por la que juró para ejercer el cargo”, señaló Escobar en el fallo.
Finalmente, el jefe comunal de Dolores fue encontrado culpable por “daño moral” y obligado a pagar un resarcimiento de al menos un millón y medio de pesos (valor estimado en el 2015, que deberá actualizarse según la tasa más alta del Banco Provincia para la captación de depósitos a plazo fijo a 30 días). Además, la sentencia hace lugar al pedido del fiscal Escoda de que el fallo sea publicado en los medios de comunicación para reparar su imagen.