Funcionarios nacionales y provinciales analizan cómo seguirán las medidas de cuidado en medio de la segunda ola de coronavirus.
Si bien los contagios empezaron a aflojar en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), en el interior del país es preocupante y el Gobierno comenzó la ronda de reuniones para determinar las restricciones que seguirán.
En principio, desde el sábado se implementarían medidas parecidas a las actuales. Aunque todo puede cambiar, el Presidente Alberto Fernández descartó el regreso a una Fase 1. En ese sentido, se analiza en una etapa muy parecida a la vigente, con fines de semana “duros”, días hábiles con limitaciones importantes y sin clases presenciales en las zonas consideradas de alarma epidemiológica.
Más allá de que no se anunciaría un cierre total en el Gobierno buscan desarmar cualquier expectativa de mayores flexibilizaciones. Además, como anticipó el jefe de Gabinete de la Nación Santiago Cafiero, se respetará el semáforo epidemiológico que sirvió de base para los DNU anteriores si no se sanciona el proyecto de manejo de la pandemia.
En ese sentido, las restricciones que se mantendrían serían la actividad nocturna reducida, con límite para la circulación entre las 20 y 6; gastronomía y bares sólo al aire libre; la prohibición de reuniones sociales y transporte público con un listado acotado de esenciales. A su vez, se instará a mantener las clases virtuales y se postergue el regreso de la presencialidad en los distritos bonaerenses con grave situación de contagios.
Pese a que comenzó a notarse una merma en la curva de casos del AMBA, las autoridades no quieren arriesgarse y se buscará que los viernes a las 20 hasta los lunes a las 6 de la mañana se mantenga la obligación de hacer un aislamiento estricto.