La compañía Neuralink, propiedad de Elon Musk, ha presentado un dispositivo del tamaño y forma de una moneda que se incrusta en el cráneo para lograr comunicarse con el cerebro.
El plan del multimillonario es crear un dispositivo médico para estudiar enfermedades relacionadas con el cerebro como el Alzheimer o permitir, incluso, que pacientes con enfermedades neurológicas puedan controlar aparatos electrónicos como un teléfono móvil directamente con sus pensamientos.
La presentación del dispositivo tuvo como objetivo principal, no sólo explicar como es el funcionamiento de esta tecnología, sino dirigirlo a los profesionales y así lograr más ingenieros a un equipo que cuenta con 100 personas en la actualidad.
Con este chip podrían fusionar los cerebros de los humanos con inteligencia artificial. Si bien sólo ha sido utilizado y testeado en cerdos, la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA), ya le dieron su confirmación para empezar las pruebas en humanos seleccionados.
Este tipo de dispositivos que crean interfaces cerebro-máquinas ya llevan existiendo desde 2006 en pruebas en personas, pero la diferencia que tiene con el chip de Neuralink son los microhilos delgados y flexibles que están cubiertos de electrodos para captar la actividad cerebral del receptor.
El aparato se podrá colocar detrás de la oreja y tres cables se conectarán a la parte superior de la cabeza. Su alimentación será por medio de una batería recargable de un día de autonomía. Para cargarlo se deberá emplear un cargador de inducción magnética.
Gracias a los electrodos se puede captar mucha más información que otros aparatos similares y al ser extremadamente más finos no causan ningún tipo de dolor sobre el portador.
Para la implantación del chip se necesitará de un robot, construido por la propia empresa, que realizará un injerto en una cirugía que durará menos de una hora.
¿Cuál es la finalidad de este chip?
La idea es utilizar este dispositivo con el fin de luchar contra los problemas neurológicos, que van desde la pérdida de memoria hasta los accidentes cerebrovasculares, permitiendo controlar mejor la salud y advertirles en tiempo real si están teniendo algún tipo de complicación de salud.
Pero el equipo de Elon Musk piensa más a futuro, y quieren crear lo que llaman la “simbiosis de IA”. Esto permitiría al cerebro humano fusionarse con una inteligencia artificial. Con simplemente pensar algo, el usuario podría desencadenar un comando en una máquina.
Por ejemplo, con solo pensar que queremos encender el aire acondicionado, el aparato se encendería sin necesidad de pulsar ningún tipo de botón físicamente.