CHASCOMÚS: Por la crisis el Municipio destinó más de 4 millones en ayuda alimentaria

Francisco Díaz

Así lo explicó la secretaria de Desarrollo Social, Fernanda Sallenave, en diálogo con los periodistas Martín Palmero y Alberto Morel. La funcionaria se refirió a la situación social que se vive en el distrito, a la merma general en los recursos provenientes del Estado Nacional, y a las estrategias que el municipio viene aplicando para paliar la crisis. También opinó sobre el proyecto de Unidad Ciudadana que plantea la creación de un fondo municipal para asistir a los merenderos y comedores barriales.

“Esta es la primera vez que me escuchan hablar oficialmente de este tema desde una mirada de asistencia, porque la secretaría a mi cargo tiene otro criterio de desarrollo que parte desde la cultura y desde la educación. No cabe la menor duda de que la situación social en Chascomús es muy compleja. A lo largo de este año redestinamos recursos y realizamos una adaptación presupuestaria en base a la crisis. Nos estamos haciendo cargo, no miramos para otro lado”, sostuvo la secretaria de Desarrollo Social, Fernanda Sallenave, en una entrevista emitida por FM Sonar.

Agregó que el municipio tiene un servicio alimentario propio que depende de la Dirección de Políticas Sociales. Uno es el denominado “VISA Vale Social”, que consiste en una tarjeta que se entrega a familias previamente evaluadas por las trabajadoras sociales y que permite adquirir alimentos. El otro programa se conoce como refuerzos, en el que se entrega una bolsa con catorce víveres secos y dos de higiene, también por indicación del equipo de Políticas Sociales. “En este momento, con el programa VISA Vale Social se atienden 547 familias por un monto mensual de 499.700 pesos. En enero teníamos 397 familias en este programa. Y con respecto a los refuerzos, pasamos de 126 en enero a 282 en agosto”, graficó Sallenave.

Por otra parte, la Secretaria de Desarrollo Social interpretó que el primer impacto de la crisis se sintió en la vivienda: “Es un proceso lógico. Frente a la imposibilidad de pagar los alquileres y los servicios, se produce un regreso al hogar paterno. Esto genera situaciones de hacinamiento, en los que la violencia intrafamiliar está a la orden del día. Frente a este contexto, comenzamos a pagar subsidios por alquiler por 3 o 6 meses, para que la gente pueda salir de esa coyuntura. También otorgamos subsidios para la compra de materiales para construir una habitación o un baño, y así paliar la situación de hacinamiento”. En lo que va del 2018, el monto de los subsidios entregados por materiales asciende a 796.000 pesos.

Con respecto a la iniciativa anunciada sobre la ayuda a comedores y merenderos, Sallenave fundamentó por qué los programas municipales están destinado a familias, no a instituciones. “Por una cuestión de paradigma de niñez y desarrollo social, la idea es que los niños coman en su casa, que al menos tengan un momento en los que la familia pueda juntarse. Se supone que los niños hacen una comida en la escuela, mediante el servicio alimentario escolar. La otra comida sería deseable que se hiciera en el hogar. Por eso se prefiere ayudar a las familias con alimentos, y desalentar la institución de comedores. Al mismo tiempo, los comedores también han evolucionado en base a este paradigma. Muchos ya no dan de comer, sino que entregan viandas a familias”, sostuvo.

Para la funcionaria a cargo del área social, lo que reclaman los comedores son programas que antes provenían de Ministerio de Desarrollo Social de Nación, “y que hoy se están desinflando. Cuando decimos que esto habría que reclamárselo al Estado Nacional no es por una cuestión de diferencias políticas. Es por una cuestión de escalas presupuestarias. Si las exigencias sociales ante el municipio se van a incrementar, lo lógico es que se transfieran los recursos correspondientes”.

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