“Nos sorprende y personalmente me duele mucho estas acusaciones porque privilegiamos y valoramos la buena relación con los auspiciantes”.
“En primer término deseo aclarar que no estamos hablando de una donación ni colaboración desinteresada por parte del comerciante, sino de una entrega de productos como contraprestación de publicidad en el Corsódromo.
Al conseguir la mercadería y no contar dicho comercio y el Municipio con un espacio para conservar la misma, recurrimos a la empresa local Capiangos S.R.L. que gentilmente nos cedió una cámara de congelados y se manejaron con una responsabilidad absoluta.
Días posteriores notamos que el helado había perdido la consistencia y se los acercamos al señor Pommerenck para que certifique la posibilidad de ser entregados y paralelamente entregamos una muestra a la Dirección de Bromatología Municipal.
En este sentido el comerciante finalmente decidió que no se encontraban en condiciones, por lo que me comprometí y posteriormente se realizó su total destrucción para evitar posibles complicaciones de salud en quien lo ingiera, comunicándole al comerciante el trabajo realizado.
Por eso no entendemos esta reacción, más aún cuando sucedió hace más de dos meses atrás, porque en ese momento hasta el propio Intendente se acercó al local para dialogar con el señor Pommerenck y no lo encontró en el lugar; incluso el comerciante de Capiangos se ofreció a resarcir económicamente al dueño de la heladería.
Es una pena que esta historia tenga este desenlace ya que jamás pensamos perjudicar a ningún comerciante ni fuente de trabajo local, siempre preservando la buena predisposición, el diálogo y todos los que trabajamos lo hicimos de buena fe”.