Los hechos ocurrieron en Castelli. La pena es en suspenso y fue impuesta en el Tribunal en lo Criminal nº 1 Departamental en el marco de un juicio abreviado.
En el marco de un juicio abreviado la Dra. Inés Olmedo, actuando como Juez unipersonal del Tribunal en lo Criminal nº 1 de Dolores, condenó a un octogenario vecino de la ciudad de Castelli juzgado por Abuso sexual ultrajante y reiterado de una nieta.
El juicio había sido consensuado por el Fiscal Dr. Diego Bensi y el Defensor Particular Dr. Héctor Zamora, con ratificación expresa del procesado en cuanto a la calificación y el estimado de la pena.
La Dra. Olmedo en el veredicto indicó que tenía legal y plenamente probado, que entre los años 2008 y 2010 en un domicilio de la localidad de Castelli, un individuo aprovechando la situación de convivencia con una nieta menor había abusado sexualmente de ella en forma reiterada entre los 6 y 8 años de edad de ella, consistiendo esos abusos en tocamientos inverecundos en sus zonas intimas y en contra de su consentimiento.
La denuncia fue formulada por la madre de la niña, quien al hacerlo relató las amenazas que su suegro le hacía precisamente a ella pretendiendo tener sexo. Dijo que en una oportunidad en que regresaba a la ciudad aquél la estaba esperando a la vera de la ruta, manifestándole que le daba plazo para que se acostara con él porque si no la iba a matar.
En cuanto al caso que denunciaba, manifestó que estando tomando mate con su suegra había comenzado a buscar a su hija, que al llegar a la puerta de la pieza de su suegro había escuchado como esta le decía a éste que la dejara, viendo al asomarse que la niña bajaba de la cama con las calzas y la bombacha debajo de las rodillas. Agregó también, que su otra hija menor también le había dicho que el abuelo la tocaba, precisando la denunciante cree que su suegro estaba mal de la cabeza, porque se pasaba todo el día diciendo palabrotas e insinuaciones sexuales.
Una de las menores contó haber visto como el abuelo le daba “piquitos” a su hermana, relató como las tocaba a ambas, como les sacaba la ropa y se sacaba la suya, indicando que ello ocurría cuando la abuela salía a hacer los mandados.
La Dra. Olmedo valorando estos testimonios como también la pericia psicológica de la menor víctima, considerando demostrada la materialidad delictiva y la autoría responsable del procesado en los hechos, por lo que finalmente resolvió condenar este jubilado de 80 años de edad, con domicilio en Castelli, como autor penalmente responsable del delito de “Abuso sexual agravado por la situación de convivencia preexistente”, imponiéndole una pena de “Tres años de prisión en suspenso”, y como condición especial, la Prohibición de acercamiento a menos de 800 metros de la víctima y su grupo familiar, y de contacto por cualquier medio por el tiempo de la condena.