En inmediaciones de un paraje rural conocido como Miramar, perteneciente al partido de Bolívar donde existe un amplio monte con viviendas deshabitadas, un grupo de policías encontró un refugio artesanal, tipo “choza”, en la que podría haber estado refugiado Juan Carlos Woldryk, el peón rural de 30 años que se encuentra desaparecido hace casi 3 meses, tras ser víctima de una “sextorsión”.
El personal de Policía Científica trabajó sobre el lugar y obtuvo muestras de interés investigativo para la causa, comunicaron desde el Comando de Prevención Rural (CPR), sin dar mayores precisiones de lo encontrado en el lugar.
Recordamos que Woldryk se fue del establecimiento “El Rincón”, donde trabajaba, el miércoles 30 de marzo. Desde esa fecha, se han realizado diferentes operativos para dar con su paradero, todos con resultados negativos. El Gobierno nacional ofreció, recientemente, una recompensa de $1.500.000 para quien brinde datos certeros sobre su paradero.
Desde el Comando de Prevención Bolívar comunicaron que agente de la Policía Científica y Bomberos Voluntarios realizaron nuevos rastrillajes en la zona del establecimiento “El Rincón”, donde Woldryk se desempeñaba como trabajador rural.
Según publicó el diario bolivarense La Mañana, el operativo se hizo sobre canales y bajos, y también buscaron en línea por un camino interno que conduce en dirección a “La Colorada”, distante a unos 3 kilómetros en el límite con Carlos Casares, ya que testimonios y seguimiento de rastros caninos, orientaban un interés relevante.
Durante el trayecto, también buscaron en 5 montes que se encuentran a la vera de la calle, hasta que finalmente el hallazgo se hizo a unos 6 kilómetros de la zona donde se encuentra el campo “El Rincón”.
El peón rural estaba siendo víctima de “sextorsión”, tras haber compartido fotos íntimas con una supuesta mujer en la red social Facebook, que en realidad eran dos reclusos de la cárcel de San Nicolás que lograron engañarlo.
Tras compartir esas fotos, fue contactado por dos personas que se hicieron pasar por un fiscal y por un comisario.
Con el correr de los días, los investigadores pudieron probar que quienes habían chateado con Woldryk y habían realizado los llamados telefónicos, exigiendo una suma de dinero para “no meterlo preso”, fueron Fernando Esperon Listorti y Luis Miguel Galeano, ambos presos en la Unidad Penitenciaria N° 3 de San Nicolás.