A más de una semana de la desaparición del peón rural Juan Carlos Woldryk, quien trabajaba en el campo “El Rincón” del distrito bonaerense de Bolívar, las fuerzas de seguridad pidieron la colaboración de los productores agropecuarios de establecimientos vecinos a efectos de hallarlo
Vale señalar que el pasado lunes se realizó un mega operativo, sin resultados positivos, donde participaron más de 270 personas.
El Comando de Prevención Rural (CPR) de Bolívar solicitó la colaboración de la comunidad en general y de empleados o propietarios de predios rurales ubicados en el Cuartel XII, zona donde se encuentra “El Rincón”, y de los partidos bonaerenses de Carlos Casares, Nueve de Julio, 25 de Mayo, Alvear, Pehuajó y Henderson.
Según informó el diario bolivarense La Mañana, las fuerzas de seguridad pretenden que la comunidad rural efectúe relevamientos de sus viviendas, galpones o taperas desocupadas, como así también de montes, que presuman podrían haber sido utilizados como lugar de cobijo o resguardo por parte de Woldryk, quien se encuentra desaparecido desde el miércoles 30 de marzo al mediodía.
Ante cualquier información que se pueda aportar para dar con el paradero de Woldryk, solicitaron que se comuniquen a los teléfonos de emergencias o al celular del CPR Bolívar (02314-572587), a la comisaría local, cuya característica es 02314-420495/6, o al 911, Línea de Emergencias.
Recordamos que la principal hipótesis de la fiscal de la UFI 15 de Bolívar, Julia María Sebastián, se basa en que la desaparición se relaciona con una extorsión que, desde la cárcel de San Nicolás, Woldryk estaba sufriendo durante los días previos. Incluso, pese a que el objetivo es encontrarlo con vida, no descartan que, por ese motivo, podría haberse suicidado.
Tras ser revisada la línea telefónica de Woldryk en las oficinas de la Sub Delegación de Investigaciones Bolívar (SUB DDI), se confirmó que efectivamente fue víctima de una extorsión telefónica, que se inició el 22 de marzo.
La fiscal explicó que el joven empelado rural fue víctima de un engaño que consiste en que un grupo de delincuentes se hacen pasar por una mujer mayor de edad que seduce a la víctima vía chats virtuales, llamados telefónicos y/o mensajes de WhatsApp hasta conseguir que provea de fotos íntimas.
Luego, los extorsionadores simulan ser abogados, comisarios o fiscales. Llaman a la víctima y le dicen que, en realidad, esas imágenes fueron enviadas a una menor de edad, y que hay que poner determinada suma de dinero para que no se hagan públicas, y evitar denuncias penales.
Según reportó la fiscal Sebastián al diario La Mañana, Woldryk pagó dinero en dos oportunidades para frenar la extorsión, e incluso llegó a vender un auto. Pero, cuando creía que ya había abonado la totalidad de la cifra que los delincuentes le exigían, el detonante de su desaparición habría sido un comentario de un usuario en su Facebook personal, realizado el 29 de marzo. Allí, se veía una foto de Woldryk en ropa interior bajo la advertencia “comunicate, porque esto empeora”.
Woldryk no había visto el posteo, pero sí una hermana suya, que le avisó de la situación. A la hora de esa comunicación, no se supo más nada de él. En este contexto, la fiscal tomó, en el mismo establecimiento, declaraciones testimoniales, y además realizó un rastreo de movimientos bancarios de Woldryk.
En ese marco, la fiscal detectó que, a pedido del peón, el comprador del vehículo transfirió $10.000 al CBU de un hombre que vive en San Pedro. Cuando allanaron ese hogar, descubrieron que se trataba de un comisionista que llevaba encomiendas a la cárcel de San Nicolás.
Con las pruebas recabadas, se ordenó, durante el fin de semana, otro allanamiento a la celda de Luis Miguel Galeano, un recluso alojado en el pabellón 4 de ese penal que cursa una condena de 9 años de prisión por un delito de gravedad. Allí, se encontraron chips de líneas telefónicas que, tras los recientes peritajes, coincidieron con las comunicaciones que Woldryk había tenido desde su teléfono.
Otra pista importante, según relató Sebastián, fue que entre las pertenencias de Woldryk se localizó un número de teléfono anotado con la leyenda ‘fiscal’, que también los llevó a la Unidad Penal N° 3 de San Nicolás.
Si bien el joven de 30 años se llevó su celular, dejando el resto de sus pertenencias, ese entrecruzamiento de datos pudo hacerse gracias a información provista por la compañía telefónica. De hecho, Galeano quedó imputado por el delito de “sextorsión”.