Una de las personas que se vio involucrada en el accidente automovilístico ocurrido el lunes 10 próximo pasado en la ruta 215 en jurisdicción del partido de Brandsen, redactó una nota donde describe lo ocurrido y agradece a quienes brindaron asistencia y apoyo en tales difíciles circunstancias.
La misma consigna lo siguiente:
“El viernes (por el 7/10) salimos para General Lamadrid con mi novio a pasar el fin de semana con mi familia, fue todo perfecto, lindos días, la familia unida, el asadito de por medio, partidos de ping pong, fútbol, campo. Todo lindo para volver descansados. El lunes nos despedimos de todos como siempre, con besos y abrazos y un “hasta el próximo finde largo”.
Volvimos sin superar los 100 km por hora, tranquilos el tiempo nos sobraba, escuchamos música y hasta cantamos algunos temas, atravesamos Brandsen y guardé el mate, ya estaba lavado. Pasamos la rotonda charlando de que íbamos a cenar cuando llegáramos. Venía un camión de frente en dirección contraria a la nuestra, y de repente dos luces salen detrás del camión, con el objetivo supuesto de pasarlo, Fran solo gritó, ¡¡ No!!.
La explosión fue terrible. Sentí el brazo de Fran tratando de sostenerme, el cinturón me lastimaba el pecho, la bolsa del airbag me pegó muy fuerte. Dábamos vueltas, no parábamos de dar vueltas, sentí sangre en mi boca pero igual seguía gritando, el ruido de los fierros retorcerse era desesperante. Estaba mareada, aterrada, los oídos se me taparon. La incertidumbre.El auto paró de girar. Estaba viva, miré al costado toqué a Fran en el cuello y saqué mi mano con sangre. Me aterré, me desesperé, sentí mi mundo desmoronarse mis sueños escurrirse. Apreté el botón del cinturón y caí de cabeza al techo del auto, nunca me enteré que estábamos al revés hasta ese momento. Grité, grité mucho. no sabía por dónde salir y Fran estaba atrapado. Pude salir por un agujero no se en qué parte del auto estaba. Le pregunté a Fran si estaba bien y me dijo que sí, agarró mi cara y me dijo: Tranquila.
Dí varias vueltas alrededor del auto no pude abrir ninguna puerta. Me ganaba la desesperación, quería que Fran saliera y no sabía por dónde hacerlo. Escuché más gritos, algunos me tranquilizaban. Aparecieron dos personas me tranquilizaron, me ayudaron, me contuvieron. Fran, después de luchar para sacar su pierna atrapada pudo salir. La ambulancia tardaba. La policía no estaba. Se escuchó otro choque. El miedo, la desesperación, la incertidumbre seguía ahí.
Hoy dos noches después todavía no podemos dormir tranquilos, el ruido, el golpe, el dolor nos acompañan. Fran tiene fracturas en todo su costado izquierdo brazo, rodilla, pie. Tenemos tatuado con hematomas los cinturones de seguridad.
Las paredes del hospital de Brandsen permitieron escuchar las conversaciones de las personas que iban en la Toyota que nos embistió, una de las frases que escuché fue :¿descartaste la gilada ? Y la otra, “no los vi porque me estaba empinando la petaca”.
Perdimos un auto y con él algunos sueños de viajes que recuperaremos.
Estamos vivos. Y ganamos algunos amigos.
Gracias a los que nos ayudaron, Vero, Ber, bomberos, médicos y enfermeros del hospital de Brandsen, Eli, Fabri, Facu, Ariel, Eze, Mili, Ale a mis hermanos Víctor, Santi y Gabi, a mi familia y a la familia de Fran siempre al pie del cañón.”
La nota fue escrita por Leticia Abadie y publicada en el grupo de Facebook “Autopista 215” el pasado 13 del corriente.
Recordamos que un grupo de vecinos de diferentes ciudades comprendidas por la ruta 215 están recolectando firmas a los efectos de peticionar a las autoridades provinciales la conversión de la misma en una autovía a los efectos de evitar lamentables accidentes automovilísticos como el descripto o el que protagonizó un micro de la empresa “Unión Platense” y una camioneta con una máquina agrícola y que le costó la vida a tres jóvenes estudiantes de San Miguel del Monte, mientras una docente aún permanece internada en La Plata.
Para este sábado a las 16 horas se programó una reunión participativa en la Plaza España de San Miguel del Monte.