El Intendente de Brandsen, Daniel Capelletti habría decidido echar a Vanesa Coltrinari, su directora de Protocolo y Ceremonial, por escribir en la red social Facebook que la atención del Hospital de dicha ciudad es “Una vergüenza”
Vanessa Contrinari, la funcionaria municipal de que se trata, publicó en su cuenta personal lo siguiente: “Hospital de #Brandsen, pediatra atendiendo. . . Una hora y media de espera para que se digne llamar a mi pediatra para que le de el Ok para aplicar un Reliveran inyectable. Sumemos la mala onda de la de mesa de entrada. Una vergüenza. Ni siquiera tenía que revisarlo; sólo era hacer un llamado. En un hospital del conurbano con 200.000 habitantes sería un poco lógico. Acá es una vergüenza. ¿Donde quedó la parte humana de los médicos?.”
El Secretario de Salud del Municipio, Guillermo Gil, dijo que las cosas no fueron tal como lo manifesta la Directora de Protocolo, tratando de dejar a salvo la actuación del profesional aludido y buscando por supuesto acotar los alcances de las expresiones que cayeron muy mal dentro del gabinete y que habrían obligado a Capelletti-según trascendió- a despedirla, aunque ese pedido de renuncia aún no se habría hecho oficial.
Después de ese mensaje dejado en Facebook, el intendente con ironía, le agradeció por la colaboración brindada a la gestión con su comentario. Y la respuesta de ella fue que por encima de sus deberes de funcionaria están sus deberes como madre y que la salud de sus hijos siempre iban a estar por encima de cualquier otra consideración.
“Ellos nunca estuvieron en peligro, dijo Cappelletti, quien además no puso en tela de juicio la conducta observada por el pediatra, que antes de aplicarle la inyección que había ordenado el médico particular, decidió revisar al paciente.
Vanessa Coltrinari era uno de los aportes del Pro al gabinete de Cambiemos y antes de este cortocircuito que parece haber sellado su destino en el municipio había sorteado con suerte esquivar algunas obstáculos que enfrentó su dirección.