El brutal ataque ocurrió en el boliche “Roca Bruja” de la localidad bonaerense de Hurlingham. La víctima perdió la visión de un ojo e intenta recuperarse, mientras que el agresor fue detenido y está acusado de intento de homicidio.
El hecho ocurrió el domingo por la madrugada cuando Santiago Martínez (19) en un ataque de celos golpeó a Nicolás García (20) con una botella de vidrio luego de verlo conversando con su exnovia en el local bailable.
El joven agredido, con toda la cara sangrando, fue trasladado de urgencia al hospital San Juan de Dios. Enseguida la familia se trasladó hasta el centro médico donde una médica les recomendó que inmediatamente lo lleven al mejor oftalmólogo para salvar el ojo. “Le retiraron el cristalino y perdió la visión”, explicó.
En ese sentido, señaló que allí le dijeron que “cualquier persona con un traumatismo así pierde el ojo en el acto”. Sin embargo, Nicolás aún debe afrontar una larga recuperación y si evoluciona favorablemente a futuro podría someterse a un trasplante.
“Si Dios me devuelve la vista, yo a este pibe lo perdono”
Nicolás se encuentra en su casa recuperándose. Allí, le dijo a sus padres que no guarda rencor y que espera recuperar la visión. “Si Dios me devuelve la vista, yo a este pibe lo perdono”, manifestó.
El dato que sorprendió a todos es que los dos se conocían, e incluso, habían charlado minutos antes del ataque.
Un amigo en común de la víctima y del agresor, también presente esa noche, aportó una conversación de WhatsApp producida algunos minutos después del hecho.
“Perdón amigo. Nunca hice algo igual. No me conozco”, escribió Martínez a ese amigo. “A mi no me tenés que pedir perdón de nada. Pero Nico tiene todo el pómulo para afuera”, fue la respuesta. Luego el atacante intentó justificar su actitud: “Me cansé wacho, todos me quieren pasar por arriba”. Para explicar esta ultima frase, luego mandó un audio de 21 segundos.
“Amigo, estás ahí conmigo bailando wacho, hablando de la vida y después te vas a comer a mi ex… Dale. Yo fui y le dije ‘sos un wachín’. Está todo bien amigo pero no te la vayas a agarrar en frente mío y después te vengas a hacer el amigo. Pasan 10 minutos, wacho, y los veo juntos. ¿Qué voy a hacer, amigo? Toqué fondo. No sé ni que hice amigo. Me cegué”.
La justicia sí sabe lo que le hizo. La imputación contra el agresor es la de tentativa de homicidio agravado por violencia vicaria. Es decir que, para los investigadores, el agresor lastimó a Nicolás para hacerle daño, por interpósita persona, a la mujer con la que estaba hablando la víctima.