Agustina Galarza tenía 20 años y había ido a una fiesta en una casa particular en Bahía Blanca. Un hombre fue expulsado de la reunión e hizo fuego contra la vivienda, matando en el acto a la joven. El brutal asesinato conmovió a todos.
Los disparos mortales salieron de la pistola reglamentaria de Rodrigo Delgado, un agente de la policía local que ya está detenido y fue imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
Un asesinato terrible e inesperado
En su primera declaración ante la Justicia, el oficial señaló que disparó por “bronca” tras haber sido echado de la fiesta y dijo que su intención “no fue matar a nadie”.
Las autoridades policiales encontraron el arma con la que el hombre abrió fuego contra el portón del domicilio. Se cree que Rodrigo Delgado gatilló 10 veces contra el frente de la casa.
“Disparé ahí porque no tenía ninguna intención de lastimar a nadie. Pensé que en ese sector no iba a haber nadie”, aseguró el acusado del asesinato que luego pidió disculpas ante las cámaras de El Trece.
Todo probado
El fiscal de la causa, Jorge Viego, informó que Delgado “reconoció el hecho conforme estaba probado por un testigo que ya declaró y estaba junto a él”.
El letrado especificó sobre el asesinato: “Lo que tenemos por los testimonios es que esta persona (por Delgado), junto con otras dos más, fueron echadas de los festejos que se estaban realizando en el lugar y, a los 15 minutos, volvieron a bordo del vehículo y comenzaron a disparar hacia el frente del domicilio”.
El funcionario judicial reveló que Agustina Galarza recibió un disparo “a nivel de la 12ª vértebra” y el segundo ingresó por “el sector posterior de la axila izquierda, que salió por la derecha”. La joven de 20 años murió poco tiempo después.