Según los análisis realizados por la agencia internacional Bloomberg, Argentina es el segundo peor país para vivir durante la pandemia por coronavirus, en un ranking de 53 países. En los estudios especifican diferentes estadísticas sobre lo macroeconómico y sanitario.
En este estudio evalúan por un lado, las estrategias y preparación de la economía avanzada como la de Estados Unidos y Gran Bretaña. Y por el otro, indica que los países de América Latina se ubican en los puestos más bajos del ranking con resultados de altas condiciones de pobreza y hacinamiento.
El análisis determina qué naciones han manejado el virus de manera efectiva para que no interfiera en la actividad económica. Fue así que México se mostró en primer lugar como el peor país y el mejor fue Nueva Zelanda.
Según este informe, el ranking llamado “Ranking de Resiliencia de Covid” (“The Covid Resilience Ranking”) puntúa economías de más de 200 mil millones de dólares en 10 métricas claves.
¿Qué variables toma Bloomberg para hacer este ranking?
“Desde el crecimiento de los casos de coronavirus hasta la tasa de mortalidad total, sumadas las capacidades de prueba y los acuerdos de suministro de vacunas que los lugares han forjado”, informan desde la agencia.
Además se tiene en cuenta la capacidad del sistema local en atención a la salud y el impacto de las restricciones relacionadas con el coronavirus, por ejemplo la libertad de circulación.
Argentina ocupa el puesto 52 de la lista, siendo unos de los países más castigados por la pandemia respecto a las variables del estudio.
“América Latina es la región más devastada por la pandemia. Ocupa la mitad inferior del ranking, con México en el peor de los 53. La última tasa de pruebas positivas disponibles en el país es de un 62%, lo que sugiere que la infección no detectada esta muy extendida”, redactan en el informe.
Para finalizar la agencia Bloomberg agrega que: “En América Latina gran parte de la población vive en condiciones de hacinamiento donde el distanciamiento social es difícil. La alta proporción de personas que dependen del trabajo informal y los salarios diarios significa que pocos están dispuestos a quedarse en casa”.