Las autoridades se movilizaron una vez más para corroborar la escena y poder hacer una inspección exhaustiva a pedido de la fiscal.
La Policía de Villa Gesell allanó una vez más el hogar donde se hospedaron los rugbiers acusados de acabar con la vida de Fernando Báez Sosa. Si bien este procedimiento ya se había realizado anteriormente, la fiscal encargada del caso ordenó una nueva investigación.
La misma se dio cerca de las 15:00 horas del lunes, aunque en la movilización anterior pudieron sustraer ropa de los imputados manchada de sangre, esta vez la inspección fue más intensa. El objetivo de la misma fue inspeccionar totalmente la casa para recuperar pistas útiles a la investigación.
El testimonio de uno de los vecinos de los rugbiers
Ante las cámaras de TN, un vecino de los deportistas pudo comentar un poco más al respecto. El joven declaró que en un primer contacto parecían ser “buenos pibes”. Además, agregó que él se encontraba con sus amigos en el mismo boliche donde ocurrieron los hechos.
En la entrevista con el medio, aseguró que junto a sus amigos presenciaron el momento en que las autoridades se presentaron en la casa para detenerlos. Ellos se enteraron que los responsables del homicidio eran sus vecinos apenas un día después de lo sucedido.
El joven aseguró que las autoridades se presentaron nuevamente en el lugar para revisar huellas, llevarse más ropa y dialogar con la dueña de la casa. “Tomamos mate, charlamos, nos contaron que eran de Zárate y todo, pero nunca esperamos que pasara esto”, aseguró. Y concluyó: “Ir a la playa, tomar una cerveza, o cuando estas por ir al boliche tomar un fernet, algo, un ron o lo que sea, eso no te convierte en un homicida”.