A 5 meses de la condena, los asesinos de Báez Sosa se quejan por excesivas horas de encierro en sus celdas

Francisco Díaz

A cinco meses de la condena a prisión perpetua para cinco de ellos y a 15 años de prisión para los otros tres por el asesinato de Fernando Báez Sosa, los asesinos condenados se continúan alojados en el complejo carcelario de Melchor Romero, ubicado a 20 kilómetros del centro de La Plata.

Por razones de seguridad, los condenados se mantienen aislados del resto de los presos. Aunque se especulaba sobre posibles traslados a otras cárceles, hasta el momento no se han producido cambios en su ubicación.

Oficialmente se ha informado que los condenados reciben visitas cada semana, con un límite de hasta cuatro personas por visita. En el caso de uno de ellos, se ha solicitado la incorporación de una joven que sería su pareja.

Dentro del penal de Melchor Romero, los jóvenes comparten dos celulares sin acceso a redes sociales, pero se les permite enviar mensajes de texto. Además, tienen acceso a asistencia psicológica, al igual que el resto de los internos. Sin embargo, la información sobre su tratamiento y estado de salud mental se mantiene en secreto profesional.

El régimen interno del penal representa una de las principales dificultades a las que se enfrentan los condenados, ya que pasan 20 horas al día encerrados en celdas de 2 × 2 metros. Disponen de tan solo cuatro horas diarias para realizar actividades, lo que ha sido motivo de quejas por parte de los condenados, quienes argumentan que apenas ven la luz del sol, según trascendió de manera extraoficial.

Los ex rugbiers tienen acceso al patio de recreo y, dependiendo del día, pueden participar en actividades de esparcimiento o deportivas bajo la supervisión de un profesor de educación física.

Aunque las condiciones de detención se ajustan al régimen penitenciario, el aislamiento y las restricciones impuestas son parte de las consecuencias de sus condenas por el brutal asesinato de Fernando Báez Sosa.

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