Unos 4.150.000 alumnos arrancan el ciclo lectivo este lunes en toda la provincia de Buenos Aires bajo una modalidad que combinará jornadas dentro de las aulas y otras de forma remota para evitar la concentración de personas.
Además, el retorno a las aulas prevé protocolos que fijan la cantidad de chicas y chicos por aula, el distanciamiento social y el uso de mascarillas, en el marco de la pandemia de coronavirus.
El 17 de febrero pasado volvieron a las aulas para recuperar contenidos 1.100.000 estudiantes que tuvieron trayectorias discontinuas con sus docentes durante el año pasado, en el que las clases tuvieron un formato virtual.
Pero este lunes ese número casi se cuadruplicará con el regreso a las escuelas de las niñas y niños de los niveles inicial y primario, mientras que el 8 de marzo será el turno de los estudiantes de secundaria.
La directora general de Cultura y Educación bonaerense, Agustina Vila, destacó días atrás que la vuelta a la presencialidad será “de manera cuidada y segura para preservar la salud de las chicas, chicos y trabajadores de la educación”.
Para ello, en las últimas semanas, el Gobierno bonaense empezó a aplicar la vacuna contra el coronavirus a trabajadores de la educación y desde los consejos escolares se distribuyeron elementos de limpieza, higiene y desinfección, y barbijos y mascarillas.
En ese sentido, los gremios docentes subrayaron que las clases presenciales se mantendrán en la medida en que desde el Estado se garantice el cuidado de la salud de maestros y alumnos.
En las 16 mil escuelas de nivel inicial, primaria y secundaria de gestión estatal y privada deberán cumplirse las pautas establecidas en el Plan Jurisdiccional para un Regreso Seguro a las Clases presenciales.
Esos protocolos establecen normas obligatorias y orientativas para la organización institucional y pedagógica de los establecimientos educativos de todos los niveles y modalidades de enseñanza.
Así, determinan que la cantidad de alumnos en forma presencial dependerá de la superficie con que cuenta el aula, debiéndose mantener una distancia de 1,5 metros entre estudiantes y de 2 metros con la o el docente.
Contempla que la jornada escolar es de 4 horas, incluyendo tiempos de descanso; que el uso de tapaboca es obligatorio para los estudiantes desde el nivel primario en adelante y que a partir de la sala de 3 de nivel inicial se promueve el uso permanente.
La ventilación natural de las aulas, debe realizarse en forma frecuente, aunque por razones climáticas o de otra índole las puertas y ventanas no pueden estar abiertas, deberán abrirse cada 20 minutos durante un lapso de cinco minutos.
El protocolo dispone que se deben pautar horarios escalonados de ingreso y salida de la escuela para evitar concentraciones; que los estudiantes, docentes y auxiliares deben higienizar sus manos, al menos cada 90 minutos.
También los protocolos establecen que se debe tomar la temperatura antes del ingreso a clases y que permanecerán cerrados los quioscos y comedores de los establecimientos.
Desde la Provincia estiman que unas 4.000 escuelas están en condiciones de garantizar presencialidad todos los días de la semana durante cuatro horas por las dimensiones y características de sus aulas.
Esa cifra comprendería a un 30% de la matrícula, es decir unos 1.200.000 estudiantes, que tendrán presencialidad plena a partir de este lunes 1º de marzo en territorio bonaerense.
Los estudiantes deberán presentar de manera obligatoria una declaración jurada firmada por el adulto a cargo en donde se deje constancia del estado de salud del alumno respecto al Covid-19.
El documento plantea el compromiso de informar a las escuelas ante la aparición de síntomas o contacto estrecho con un caso positivo. La declaración se presentará por única vez-
Para aquellas escuelas que no puedan cumplir el distanciamiento social, se formuló el modelo de presencialidad combinada, que dividen las secciones en subgrupos que alternan la asistencia presencial en bloques semanales de días de clases.
De esta manera, cada subgrupo tiene clases presenciales durante una semana y realiza actividades educativas no presenciales la siguiente, de acuerdo al plan acordado por la provincial.
Para el regreso a clases presenciales, la Provincia llevó adelante el Programa Escuelas a la Obra, a través del cual se llevaron a cabo 2.832 trabajos de infraestructura.